Igual que el año 2020 fue el año de la pandemia, el 2021 ha sido la de la vacuna, la reactivación de la economía y la enorme inflación
Hemos visto como en este año diversos laboratorios han sacado una vacuna en tiempo record. Una vacuna que a diferencia de las que estamos acostumbrados en las que se introduce un germen debilitado o inactivado en nuestros organismos; las vacunas de ARN mensajero (ARNm), enseñan a las células a producir una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria si la persona se infecta. Cuando la vacuna se inyecta en la parte superior del brazo, el ARNm ingresa en las células que hay cerca de la inyección y les dice que empiecen a producir la misma proteina que se encuentra en el virus de la covid-19. el sistema inmunitario reconoce esta proteína y comienza a producir anticuerpos que pueden combatir el virus si la persona vacunada se infecta posteriormente.
Ante esta vacuna han surgido 2 grupos de personas: los que se han vacunado y creen que los que no lo han hecho son unos borregos negacionistas y los que no lo han hecho y creen que los que se han vacunados son unos borregos por inocularse una vacuna que necesita varias dosis de refuerzo.
Las autoridades y los medios lejos de zanjar el debate han presionado (mediante confinamientos, pasaporte covid) para que los no vacunados se vacunen
Y en este punto me quiero parar. El pasaporte covid (un pasaporte que discrimina entre la persona que ha decidido vacunarse y la que no lo ha hecho permitindo la movilidad a unos y restringiéndolos a los otros) ha sido tumbado por diversos tribunales. Asi que en algunos casos se ha optado por permitir un test negativo de antígenos a los que no lo han hecho. Esto supone supone de facto que te estén preguntando si estas vacunado o no dependiendo de que tipo de prueba presentes. Y tú, ¿estas vacunado?
Despierta, estamos en el presente