Se produce una sensación de disforia en él. Por un lado, el Héroe se sabe sabedor de que lo es. Por otro lado, vive en un mundo que le dice que no lo es. Es un choque de dos realidades en la que la realidad más fuerte se impondrá.
Esta disforia puede llegar a ser muy peligrosa y negativa. Me vienen a la mente casos de transgénero, de trastornos disociativos o de despersonalización.
Sin embargo, también puede ser positiva en personas que saben utilizar la mente en su provecho para alcanzar sus metas y objetivos.
El porqué de algunas personas no avanzan se debe a que usan frases de futuro para cambiar su presente. Voy a poner un ejemplo muy simple de ello; la persona que dice "seré rico", "seré un gran gestor"... no está en proceso de transformación. Y no lo está porque siempre está viviendo el presente, por lo cuál, ese futuro nunca llega. La persona que dice "soy rico", "soy un buen gestor" si lo está.
Ese cambio de mentalidad no puede venir sólo. No sólo basta a la mente con decirle eso. Tiene que ir acompañado de unos hechos, de unas acciones, de una formación, de unas experiencias que respalden esa mentalidad. Cuanto más fuerte sea ese respaldo, más fuerte será la mentalidad, esa transición y esa realidad.
Las personas pueden transformar el mundo en el que vivimos y dejar de ser un mero espectador.
Que es díficil y que hay gente que no está preparada para cambiar, es innegable. Que hay gente que si lo está, también LO ES.
Despierta, (hoy más que nunca), estamos en el presente.
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