entradas buenas y entradas malas

Cuando escribo un capítulo del libro lo hago con la sensación de que hay entradas mejores y peores en mi blog.

Hay capítulos que serían para estar releyendo casi cada día y otros que no son tan importantes.

Los capítulos malos, lejos de ser preocupación, me sirven para mejorar. Cuando releo un capítulo malo se que lo podría haber hecho mejor. Eso me da pie a innovar, a buscar, a leer y oír para empaparme de fuera para poder escribir algo que merezca la pena, que de valor.

Podría borrar esos capítulos pero esos capítulos son parte del éxito. Ese fracaso es parte de mi aprendizaje. Ese aprendizaje es parte del éxito. 

Por otro lado, la subjetividad del lector hace que ese capítulo que pensaba que sería malo guste más que otro que pensaba que gustaría más. 

Siempre me gusta referenciar mis capítulos con algún acontecimiento historico que apoye mis ideas. En ese caso, me viene a la mente las pinturas negras de Goya. Unas pinturas que lejos de ser consideradas un fracaso en la obra del pintor son parte de su esencia y que no podríamos entender su obra completa sin esos cuadros.

Despierta, estamos en el presente.