Cuando empecé a escribir en el blog lo hice con la idea de dar rienda a mi necesidad de escribir. La idea de escribir un libro, aunque estaba, era lejana.
Lo que quiero compartir con vosotros en esta entrada del blog, que luego será un capítulo del libro, es la transformación de la persona que empezó a escribir, con la que lo concluirá.
El blog me sirvió como herramienta para simplificar en capítulos el libro. Dividir un objetivo grande en objetivos más pequeños ayuda al logro de aquél. Además de darme feedback para realizar mejores capítulos.
El libro, en el momento de escribir estás líneas en mi blog, va tomando forma. Lo que se vislumbraba sin sentido y desconexo se va haciendo cada vez más visible. Esas pinceladas iniciales de las primeras entradas se van viendo y diferenciando figuras y objetos.
El libro, en este momento que estoy escribiendo, está terminando y sin embargo, todavía quedan muchos capítulos por escribir.
Cuando era pequeño había unos libros que se llamaban "elige tu propia aventura". Te daban, por lo general, 2 opciones y tenías que tomar una decisión que te llevaba a una página del libro o a otra distinta. Ibas tomando decisiones hasta llegar a un final que era diferente según las decisiones que habías tomado. Haciendo una pequeña referencia a estos libros que marcaron una época, os invito a leer el primer capítulo del libro y a tomar una decisión. Vuelve al capítulo 1.
Despierta, estamos en el presente.